Un roll up es una buena idea. Todos los negocios deberían tener uno…, por lo menos. Se trata de una lona enrollable que incluye un soporte para montarlo en vertical. Los hay de varios tamaños, pero todos oscilan alrededor de los dos metros de alto y los 80 centímetros de ancho. Como son autoenrollables, se guardan perfectamente en el cajetín que les acompaña y se trasladan con muchísima facilidad ya que incluyen una bolsa con asas.

¿Y dónde puedes ponerlos? La verdad, es que en cualquier parte. Si tienes un negocio con local abierto al público, puedes tenerlos dentro de tu tienda. Si es un despacho, te sirve para personalizarlo… Y por supuesto te puede acompañar a ferias o encuentros para decorar un stand. Incluso puedes usarlo como fondo para una videoconferencia, o llevártelo a una charla que vayas a protagonizar.

Como ves, las aplicaciones son múltiples. Y el precio muy reducido. Por ejemplo, nosotros los producimos desde 69 euros. Pero un roll up no es sólo el soporte físico. Lo más importantes es el contenido, lo que llamamos el arte final. Aquí, según la utilidad que le quieras dar podrás usar una foto (o una composición de varias). Por supuesto no debes olvidarte de incluir el logo de tu marca y/o mostrar una imagen de tu producto. Es recomendable también que aparezcan los datos de contacto: página web, correo electrónico corporativo y número de teléfono.

Recuerda que si no quieres (o no puedes) hacer el diseño de tu roll up, tenemos un equipo profesional que lo puede elaborar por ti. En caso de que nos entregues el arte final, deberá tener una resolución adecuada para no dar problemas a la hora de la impresión, lo que teniendo en cuenta el tamaño del lienzo de impresión, generará un archivo de mucho tamaño.